
No solo los adultos son susceptibles de recibir tratamiento fisioterapeutico u osteopático. Los más pequeños de la familia también pueden sufrir lesiones y/o patologías que precisan de estas técnicas que tienen un impacto importante a la hora de restablecer la salud infantil. En muchas ocasiones, un tratamiento adecuado puede acabar con algunas de las incomodidades que habitualmente afectan a los bebés y niños, como mucosidades, otitis, estreñimiento, cólicos…
Mediante la fisioterapia respiratoria en SCHELL | Centro de Terapias Integrales ayudamos a prevenir y aliviar patologías relacionadas con el aparato respiratorio en bebés y niños. Utilizando diferentes técnicas de drenaje pulmonar, ayudamos a mejorar la ventilación evitando que se produzca un exceso de moco y facilitando la expulsión de secreciones.
La osteopatía tiene un papel fundamental a la hora de prevenir y resolver problemas viscerales y craneales en bebés y niños. Utilizando técnicas adaptadas podremos influir beneficiosamente en el tratamiento de trastornos digestivos como el reflujo gastroesofágico, la regurgitación, gases, estreñimiento y el temido cólico del lactante entre otras patologías. La normalización del aparato digestivo la conseguiremos mediante técnicas de masaje abdominal para estimular los órganos encargados de la digestión y de osteopatía craneal para trabajar sobre el nervio vago, el cual se encarga de transmitir información entre el cerebro y los órganos digestivos.
En cuanto a la osteopatía craneal, es muy eficaz en bebés con deformaciones craneales como consecuencia del parto, ya sea por las presiones que sufre la cabeza del bebé en el canal del parto o por el uso de forceps y ventosas durante el expulsivo. Durante este proceso, los huesos del cráneo se solapan ligeramente unos encima de otros y en circunstancias normales deberían volver a su posición original. Sin embargo, hay veces que el cráneo del bebe necesita estímulos externos para recuperar su forma.
Los malos hábitos posturales en los recién nacidos también pueden causar ciertos aplanamientos en el cráneo, que en el recién nacido son fáciles de «moldear» en las primeras semanas de vida, pero pasados los primeros meses se vuelve menos maleable, lo que hace que las manipulaciones no tengan un efecto tan inmediato y, por lo tanto, haya que alargar el tratamiento.
Otra de las patologías mas comunes que solemos encontrarnos a menudo en los niños son las otitis medias serosas. Éstas se deben a la inflamación del oído medio, que se ve afectado por virus, bacterias o agentes alergénicos provenientes de la nasofaringe, provocando una infección localizada en los conductos. En respuesta a esta afección, las paredes de la cavidad se inflaman debido a la producción de una sustancia líquida, modificando la presión del oído y causando la obstrucción de la trompa de Eustaquio, impidiendo el drenaje del oído medio y la vibración normal del tímpano.
Este problema puede complicarse si el líquido permanece estancado, ya que podría llegar a infectarse con el transcurso de los días y desencadenar una infección generalizada del oído medio y de la membrana timpánica, lo que se conoce como otitis aguda. Otra complicación habitual se da cuando la cantidad de líquido estancada aumenta en exceso, lo que puede llegar a provocar un desgarro de la membrana timpánica dando lugar a una supuración del exudado, causando una otitis media supurativa.
